#AndateBorrello: El grito desesperado de una afición.
#TodosSomosArgentina. Ésta podría ser una frase típica de esas que decimos cuando queremos solidarizarnos o mostrar apoyo y empatía hacia una persona o movimiento; pero en este caso no me refiero a eso. Cuando digo que Todos Somos Argentina, es porque literalmente lo somos. Y es que lo que está sucediendo actualmente con la selección nacional, es una película que muchos ya hemos visto y vivido en otras ocasiones.
La trama es sencilla: Un grupo de jugadoras es llamada a formar parte de la selección nacional absoluta de su país, pero su Federación no les brinda ni la atención, ni el apoyo, ni mucho menos las condiciones adecuadas para desarrollarse. Para colmo, son dirigidas por un hombre que, por lo general, es íntimo amigo de los altos directivos de la Federación, quienes lo mantienen ahí por dos décadas o más, proporcionándole el sustento y asegurando el único objetivo que tienen con la selección: El simple hecho de existir, es suficiente. La película continúa con una jugadora o grupo de jugadoras que, cansadas de la situación de estar estancadas mirando como otros países las van dejando atrás, se rebela y públicamente exige lo que es justo y necesario: Cambio de dirección técnica, reestructuración, mejor preparación y más apoyo económico. Todo esto para cumplir con el verdadero objetivo que toda selección debe tener: El desarrollo. Sin embargo, la película no tiene un final feliz, pues la jugadora o jugadoras en cuestión reciben como respuesta el ser marginadas de la selección, condenándoseles a no volver a ser convocadas; como si el simple hecho de exigir mejores condiciones, mereciera más un castigo, que un cambio positivo.
¿Recuerdan dónde han visto esta película? Sí, en España y en México, -por mencionar los más conocidos-, se vivió una situación similar a la que atraviesa en estos momentos Argentina y si bien, luego de su “revolución” lograron un cambio, éste no fue del todo un final perfecto y aún no es del todo lo que debería ser; pero las condiciones al menos, ya son un poco diferentes y se ve más claridad en el futuro. En cada competencia en dónde la selección argentina participa, salen a relucir las lamentables condiciones en las que están y poco a poco comienza a hacerse más ruido entre los aficionados, aunque no todos los argentinos aficionados al fútbol prestan atención a su selección y prefieren hacer lo mismo que la AFA: ignorar, hacer ojos ciegos y oídos sordos o mirar hacia otro lado, pues la esperanza de un cambio es prácticamente imposible o simplemente ya ni siquiera les importa.
La AFA, parece un gigante dormido que vive ensimismado en las glorias del pasado, añorando a un ídolo de barro a quien subió en un pedestal y se ha dedicado a adorar como un Dios, aún después de muerto. Se ha olvidado de mirar hacia adelante y poner atención a lo que puede lograrse con el potencial de las nuevas generaciones en conjunto. Pero si a la selección varonil la han dejado estancada, no podemos esperar nada de la femenil. Aunque eso no impide que muchos aficionados vayan a sus redes sociales e intenten hacer un movimiento que haga ruido y llame la atención de su Federación. Piden el despido de Carlos Borrello, un estratega que en dos periodos ya lleva prácticamente dos décadas dirigiendo a la selección, sin obtener resultados importantes, manteniendo más bien un estancamiento y deficiente preparación, además de que pareciera fiel a la filosofía “cuellerista” y “queredista” del si te quejas, te vas, ya que no dudó en dejar fuera de las convocatorias a la capitana Estefanía Banini cuando ella pidió a la Federación mejores condiciones y preparación, además de apoyo con vestuario (como ya vimos, ni siquiera lleva su nombre y número en los dorsales), obteniendo como respuesta que no se le volviera a llamar, poniendo como pretexto la vieja excusa de que no está en su mejor nivel, cuando en realidad, la centrocampista se mantiene activa y es una de las jugadoras importantes en el equipo Levante. Una situación similar, la vive Flor Bonsegundo, (centrocampista del Valencia), quien también quiso hacerse escuchar y recibió como respuesta una llamada de atención e intermitentes convocatorias.
Hace algunos días, (tras la decisión de Japón de no participar por la Pandemia), Argentina recibió la invitación de último momento para jugar en la She Believes Cup, un cuadrangular que organiza Estados Unidos y que tiene como objetivo, -aparte de servir como preparación para torneos o eliminatorias- que cuatro importantes selecciones se midan en un torneo que inspire y motive a niñas y jovencitas a jugar al fútbol. El conjunto albiceleste se midió con el anfitrión, además de con Brasil y Canadá, quedando en el último lugar de la tabla, con cero unidades; un gol a favor y once en contra, exponiendo además las consecuencias derivadas de la falta de actividad y preparación, pues las jugadoras fueron propensas a resentirse muscularmente e incluso llegaron a lesiones graves, como el caso de Lorena Benítez, jugadora del Boca Juniors, quién sufrió rotura de Ligamento cruzado. La selección argentina se puso entonces en el ojo público y el HT #AndateBorrello se volvió tendencia y circuló por la red llamando la atención de muchas personas que desconocían la situación por la que atraviesan las jugadoras. En el partido contra Estados Unidos, campeón del torneo, Argentina perdió con marcador de 6-0. Al término de la competencia, las jugadoras Mariana Larroquette y Yamila Rodríguez intercambiaron camisetas con Carli Lloyd y Megan Rapinoe. Esta última, no dudo en ir a sus redes sociales haciendo un reclamo público a la AFA y publicó una foto de ella misma junto a Rodríguez en donde colocó en photoshop el nombre de la jugadora, acompañado de la leyenda "Arreglado. Pero realmente vamos a arreglarlo @AfaSelección"
Sabemos que hace falta mucho más para que las jugadoras logren verdaderos cambios en las condiciones de preparación, puesto que ya llevan mucho tiempo peleando y siguen sin ver la luz. Recordemos que en el 2017, y tras año y medio sin concentraciones, las jugadoras hicieron una huelga, solicitando entre otras cosas más preparación e incluso pago de viáticos. También se exigió la profesionalización de su Liga y la Federación continúa haciendo caso omiso a todas estas demandas. ¿Qué se necesitará para que finalmente existan cambios? Podemos empezar por la presión mediática, apoyando a las jugadoras que encabecen el movimiento a favor del mejoramiento de las condiciones, esas jugadoras que incluso ponen en juego su lugar en la selección en aras de un mejor futuro para las próximas generaciones. Pero eso sí; no hagamos oídos sordos a lo que sucede, porque Todos Somos o hemos sido Argentina.