LA SEGURIDAD EN LOS ESTADIOS, NO ES UN JUEGO

Esta semana hemos tenido conocimiento de una situación desagradable que se suscitó en el estadio Universitario en dónde una jugadora fue víctima de “tocamientos” por parte de un aficionado que aprovechó su buena disposición para tomarse una “selfie”. Esto ha dado mucho de qué hablar alrededor del mundo dividiendo opiniones, aunque en su mayoría han sido de una lógica desaprobación. De esto, ya se ha hablado mucho, pero también ha desencadenado un tema que vale la pena comentar: la importancia de reforzar la seguridad en los Estadios.

Cada vez que se habla de una situación negativa que ocurre en el fútbol femenil, de inmediato “saltan” aquéllos que gozan de equiparar de manera innecesaria lo varonil con lo femenil y, al hablar de inseguridad para las jugadoras, no falta el o la que dice: “esto también ocurre en el varonil”, “y esto que le sucedió a tal jugador quién lo toma en cuenta y lo sanciona”, “ellos también sufren de inseguridad…" y demás argumentos que surgen de mentes de poco criterio y sentido común. Pero hay que tomar en cuenta que no podemos comparar un protocolo de seguridad que se implementa para eventos deportivos varoniles llevados a cabo desde hace muchos años, con la creciente fanaticada que se ha generado como consecuencia del desarrollo y auge que está tomando el fútbol femenil que ahora ya es capaz de llenar estadios. Estamos obviamente conscientes que la inseguridad también ocurre en actividades varoniles, sin embargo, esto no es el tema que nos ocupa ahora.

A la par de lo sufrido propiamente a la jugadora Sofía Huerta, el pasado fin de semana ocurrió otro incidente y es que una aficionada saltó la valla de seguridad del estadio donde se llevó a cabo el partido amistoso entre Estados Unidos y Corea del Sur. Esto sucedió durante el respectivo calentamiento del equipo estadounidense. La intención de la fanática era llegar a la jugadora Carli Lloyd y pedirle un autógrafo. El incidente angustió a algunas de las jugadoras, tales como Allie Long quien intentó detener a la intrépida fan sin conseguirlo, y sólo poniéndose en riesgo. La chica en cuestión llegó hasta su ídola y logró su objetivo, siendo posteriormente sacada de la cancha, de forma pacífica por los elementos de seguridad, quienes reaccionaron tarde a tal acción. Cabe destacar que ésta no es la primera vez que el equipo de los Estados Unidos sufre este tipo de intromisiones de fanáticos que buscan acercarse a sus ídolas; una de las que más se ha visto afectada por el acoso es Alex Morgan, quien en varias ocasiones ha recibido una que otra “visita sorpresa” de sus muy impetuosos fanáticos. A este incidente se une el que le sucedió, también hace unos días, a la portera chilena Tiane Endler quien, al final del partido amistoso de Chile contra Uruguay, fue sorprendida por un fanático deseoso de abrazarla y pedirle un autógrafo. Como éstos, podemos comentar muchos casos, que por fortuna no han pasado de una sorpresa con el respectivo susto momentáneo. Como éstos, podemos comentar muchos casos más. Pero, ¿qué sucedería si alguno de éstos fanáticos que se acercan atenta contra la integridad y la vida de la jugadora? ¿Acaso un incidente grave es lo que esperan los responsables de la seguridad de los estadios para tomar cartas en el asunto y reforzar la seguridad?

Es momento de darse cuenta que el fútbol femenil ya no puede tratarse con indiferencia, que está creciendo y a la par con ese crecimiento, los fanáticos están siendo cada vez más y muchos de ellos buscan acercarse a sus ídolas, tal vez conscientes de que ellas no cuentan con la misma seguridad que en otros eventos y será más sencillo lograrlo. Pero precisamente por eso, urge implementar un protocolo de seguridad más serio y funcional que garantice que las jugadoras puedan sentirse seguras en los estadios o lugares donde se presenten para sus diversos eventos, con la tranquilidad de que serán protegidas. Lamentablemente este tipo de incidentes, por el momento, ha provocado que las jugadoras sean “prudentes” al acercarse a las zonas de espectadores y actúen incluso algunas con indiferencia ante la presencia de algún fanático.

Ojalá que no tengamos que esperar a que haya un incidente de graves consecuencias para que se hagan los cambios necesarios, porque la seguridad en los estadios, no es un juego.

IMAGEN ILUSTRATIVA: soccerly.com