• Vianey Rodríguez
  • Liga Mx

Cuando "tu afición" es el enemigo

El día de ayer, las Rayadas se vieron envueltas de nuevo en la polémica ya que se dieron a conocer las incómodas condiciones en las que viajan por carretera.

Esta no es la primera vez que un equipo o jugadora se queja y obviamente, no será la última. El primer grito de inconformidad en la Liga BBVA MX Femenil se dio apenas al finalizar el primer torneo oficial, cuando Alicia Cervantes (ex jugadora de Atlas durante el Apertura 2017) pidió un aumento de sueldo y la respuesta inmediata del club fue negativa. “Licha” tuvo que dejar el equipo y encontró un lugar precisamente con Rayadas, club que le ofreció un mejor sueldo y condiciones de desarrollo.

Desde entonces las quejas y descontentos han estado presentes en la corta historia de la Liga (totalmente fundamentadas), regularmente se han dado a conocer a través de medios de comunicación pues muchas jugadoras prefieren mantener el anonimatod. Algunas de estas exigencias han surguido por temas “leves”, como cuando Alejandría Godínez (jugadora de Club Pachuca) solicitó a treves de su cuenta de twitter  al patrocinador y al Club licras del mismo color de los uniformes (24-08-19). Otras surguen a partir de temas mucho mas serios, como el caso de Centellas del Necaxa con el asunto de que viajaban (o viajan ¿?) mas de 12 horas a sus compromisos fuera de su estadio, para llegar directamente a jugar sin descansar y a veces, sin comer adecuadamente. Otro de esotos casos sumamente seris fue el que se dio a conocer respecto a las condiciones de las Tiburonas de Veracruz que, además de serias carencias en lo deportivo, también se les debían meses de sueldo.

Retomando el tema de Rayadas (pero continuando con las denuncias), el pasado diciembre después de que se coronaron campeonas del Apertura 2019, se dio a conocer que el premio tipo "bono" por haber logrado el primer campeonato sería: un ipad. El impacto fue tal que Duilio Davino, Presidente Deportivo del club, tuvo que contestar preguntas sobre el tema desde Qatar, donde se encontraba con el equipo varonil en el Mundial de clubes. Su respuesta fue que en los contratos no se mencionan los premios económicos, pero que daría seguimiento al tema a su regreso a Monterrey. Todo quedo en el limbo.

El día de ayer, una jugadora desde el anonimato le comentó a ReformaCancha las condiciones de viaje del equipo, quienes se dirigían a Querétaro, mencionando que las condiciones del traslado y del autobús son poco óptimas cuando salen a carretera. Algunas Rayadas tienen que llevar colchonetas para dormir en el piso del medio de transporte ya que a veces no caben en los asientos, además se quejaron de que el Club no las trata como profesionales y que ni el D.T. Héctor Becerra o el Director de Fuerzas Básicas, Nicolás Martellotto, hacen caso a sus comentarios.

Ambos temas fueron ampliamente difundidos; por lo general el apoyo y la empatía es lo que predomina en redes hacia Rayadas aunque siempre hay un lado malo que desvirtúa la lucha de las jugadoras por condiciones dignas. Este “lado malo”  recae en un sector purista de la afición de Rayados que desató un tornado de comentarios negativos hacia las Rayadas:
“Ustedes hacen quedar mal a la institución”, “Si no generan dinero como quieren bonos”,  “Váyanse a la m$%&#! Ustedes son una filial y no son parte del club”, “Esa nota es para desestabilizar al club, no caigamos en provocaciones de estas viejas”.

Insultos y descalificaciones al por mayor fue lo que se observó en los distintas redes que abordaron el tema, especialmente en twitter.

Es gracioso como actúa esta parte de la afición Rayada, por un lado se rasgan las vestiduras cuando aparecen quejas sobre el trato que se le da a las Rayadas, alegando que hacen quedar mal a la institución, pero no se tocan el corazón al momento de reventar al mismo cuando los resultados no son los que ellos quieren. ¿Ya se les olvido el #BoicotFemsa? o su larga lista de directivos a los que se la pasaron insultando por los malos resultados. Claro, esto solo sucedió hasta que quedaron campeones porque ahora la imagen del club no se puede manchar “ante semejante escándalo”. En la historia reciente de esta institución, es tan frágil el hilo que une la identidad con la afición que ven conspiraciones donde no las hay.

A todos ustedes que se la pasan insultando a las Rayadas ¿Qué no tienen hijas, hermanas, primas, vecinas que tengan el sueño de jugar fútbol?. El trato a las jugadoras como profesionales y el hecho de que tengan lo básico para un buen desarrollo debería ser exigido por todos.

Queda claro que las inconformidades de las futbolistas van a seguir apareciendo ya que los clubes no invierten lo suficiente para que el crecimiento del fúbtol femenil sea más rápido y concreto. Y sí señores, se necesita INVERSIÓN como en todos los negocios que empiezan y que a mediano o largo plazo dan buenos frutos. Como si el fútbol varonil siempre hubiera manejado esas cantidades bárbaras de dinero que además, no son directamente proporcionales con la calidad de la liga.